Una visita al cementerio
Él sabe bien que odio todo esto, fue una muy mala idea acceder a venir,
pero se lo había prometido. Mi mete divagaba mientras avanzaba aquella obscura
noche. Al fin llegué a las lúgubres puertas del cementerio, ¿no se supone que nos
encontraríamos allí? ¿Dónde Rayos se había metido?
Desde que lo conocí siempre se empeñaba en asustarme la noche de Halloween,
¡Y lo pero era que lo conseguía!... ¿A caso habría entrado sin mí?
Mi corazón latía rápido y no podía evitar mirar continuamente hacia
todos lados; estar allí me ponía demasiado nervioso. Respiré hondo, tomé valor,
y me adentre en aquél horripilante lugar, si al menos lograba reunirme con los
que estaban allí… Quizás también lo encontraría a él con el resto…
Entonces me di cuenta de un pequeño detalle; no tenía ni idea de hacia
donde ir.
Estaba aterrado, el más leve sonido me hacía voltear de un salto, y peor
aún pensé: ¡Creo que estoy perdido!
En ese instante sentí que tocaban mi hombro, intenté gritar, pero no
salió ningún sonido, cerré mis ojos con fuerza para volver a abrirlos
tímidamente.
– ¡Sai! – Exclamé, me sentía realmente aliviado verlo.
– ¿Qué estas haciendo aquí? ¿No se supone que nos encontraríamos fuera?
Sólo me demoré dos minutos, ¿Es que querías perderte?
“¿Dos minutos?” Pensé, entonces me acordé que mi reloj siempre se
adelanta, no era la primera vez que me pasaba, no al menos cuando se trataba de
encontrarme con él; aunque siempre lo terminaba recordando, esta vez estaba tan
nervioso por ir al cementerio que ni siquiera lo había pensado.
Se había agachado y susurro en mi oído – No pretendía asustarte,
Soujhiro – Obviamente mi cara le había contado ya toda la historia.
– No – Intenté hablar, aunque no sabía que decir, pero él selló mis
labios con los suyos; ya siquiera quería hablar, seguro él sabía como
mantenerme allí a pesar de todo, pero ahora que estaba a su lado mi temor se
había ido.
Caminamos juntos por un rato. Sentí que algo tocaba mi espalda, le miré,
pero no podría haber sido él; cuando voltee creí ver a una mujer parada tras
nosotros, pero desapareció inmediatamente. Impulsivamente me aferré al brazo de
Sai.
– ¿Ahí vas de nuevo? Sólo son los árboles, las estatuas, o algo similar
– Tomó una de mis manos para que le soltara y me abrazó – Además un Vampiro no
puede temerle a algo tan simple.
Al fin llegamos a nuestro destino, donde un grupo de jóvenes se turnaban
para asustar al resto contando historias de terror. Estábamos justo a tiempo
para el comienzo.
Sai me atrajo hacia sí abrazándome con fuerza, y como si supiera todo lo
que pasaba por mi mente me miró con sus profundos y hermosos ojos ámbar y dijo
con suavidad – Te lo había dicho. No hay razón para que tengas miedo, porque yo
voy a estar contigo; te protegeré de todo y de todos, por y para siempre, porque
desde hace mucho que eres sólo mío.
Eve Nezumi
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Esta historia la creé para Halloween el año pasado. Los personajes pertenecer originariamente a una novela que estoy escribiendo, aunque los saqué muy lejos de su contexto original para escribir este breve relato, y no tienen relación alguna con la imagen, (sólo creí que quedaría bien con la historia).
Los derechos sobre este relato me perteneces, así que si lo ven publicado en otra página agradecería me dieran aviso.
Desde ya muchas gracias. Espero que les guste.
Sin más sque decír, me despido,
Eve Nezumi
No hay comentarios:
Publicar un comentario